Curiosamente la Sinagoga de Pécs ha sido la primera vez que entramos en una sinagoga, por lo que nos gustaría explicar nuestra experiencia. Antes había tres lugares de culto hebreo en Pécs, de los que sólo permanece esta sinagoga que se inaguró en 1869 después de 4 años de construcción.
Para empezar veamos qué significa «sinagoga», se podría traducir como «la casa de reunión». No se olviden que es un templo religioso y como tal hay que comportarse con el debido respeto, compartamos o no la fe y las enseñanzas que se prediquen en él.
Antes de entrar vamos a parar un momento y a fijarnos en la fachada para observar esas cosas que a menudo pasan desapercibidas. Por de pronto la fachada es de estilo hebraico reformado, estilo que por otra parte no recordamos haber estudiado, pero a veces parece que lo que se aleja de nuestras fronteras no existe, o simplemente no interesa. La fachada se divide en tres partes siendo la central la más alta y terminada en un frontón semicircular bajo el cual hay un reloj con una inscripción sobre él de una cita de la Biblia en hebreo: «Bét tefillá jikáré lechál há-ámim» que en español sería :»Mi casa es la casa de oración para todos los pueblos». Coronando el frontón hay dos tablas de piedras escritas que evocan a las tablas de los 10 mandamientos que Dios le dio a Moisés.
Ya viendo lo más destacado de la fachada pasamos al interior, que se divide en tres partes también. Una nave principal y dos laterales más bajas y estrechas. Se nos olvidaba, para entrar a los chicos nos dan un «kipá» de cartón para cubrirnos la cabeza. Según su religión, esta tradición viene de que Moisés se cubrió la cabeza temeroso de ver el rostro de Dios. Yo me lo puse aunque tengo que admitir que no había forma de que se me quedara en su posición –no se cual es el truco–
Hay una cosa que nos llama la atención nada más entrar y es que no hay ninguna imagen, al contrario que las en las iglesias católicas. Según los hebreos no adorarás a ningun ídolo o imagen que este en el cielo, en la tierra, en las aguas o bajo la tierra…
Las dos naves laterales tienen dos pisos desde donde poder seguir la ceremonia. Incluso hay un tercer piso pero está cerrado al uso. Históricamente los hombres se sentaban en el piso de abajo y las mujeres en los de arriba, pero despues del genocidio en la 2ª Guerra Mundial la comunidad judía disminuyó tanto que ahora sólo se usa el piso de abajo quedando los hombres sentados a la derecha y las mujeres a la izquierda.
En la parte delantera de la nave principal encontramos el «Mizráh» que significa Oriente. Es el lugar santo que está orientado hacia Jerusalén. Este santuario tiene el techo cubierto de estrellas y soles pintados.
En el santuario podemos ver varios elementos de esta religión que son el «Arca de la Alianza», la mesa de lectura del «Torah» y la luminaria sacra. También en un lateral del santuario podemos ver un gran candelabro de 8 brazos llamado «Hanukyah».
Si se fijan bien, pueden ver en el lado Este de la sinagoga, el Mizráh –aquí y en todas las sinagogas del mundo– se encuentra la «Ner Tamid», lámpara eterna, que simboliza la presencia perpetua de Dios desde los tiempos de Moisés.
Otra cosa curiosa está en la mesa de lectura, donde hay un pequeño armario de cristal en el que se encuentra el «Libro de las Lágrimas» con 3022 nombres de hebreos martirizados en los campos de concentración nazis, de todos ellos, 2711 eran originarios de Pécs.
El resto de lo que encontramos expuesto en la sinagoga, en el piso superior, son antiguos manuscritos, libros, alguna antigüedad y objetos relacionados con la fe.
Esperamos no haberlos aburrido mucho pero seguro que ahora si entran a alguna sinagoga intentarán identificar estos objetos que os hemos contado.