Esta visita no nos llevará mucho tiempo, más bien será fugaz, o sea, llegar, ver y sacar la foto, ja, ja, ja…
Lo primero que vemos es la Place du Châtelet y lo que resalta en ella es la Fountain du Palmier. Es una fuente en el centro de la plaza con dos esfinges egipcias en su base que se hizo para conmemorar las victorias de Napoleón.
Un poco más allá encontramos la Torre de St. Jacques. En verdad son los restos del torre del campanario de la Iglesia de Saint Jacques la Boucherie hoy en día desaparecida. En su punto más alto se ha instalado una estación meteorológica y si os fijáis en su base veréis la estatua de Blaise Pascal que recuerda sus experimentos sobre el peso del aire que revalidó aquí en 1648.
Como habéis visto ha sido una visita súper rápida en la que no perdemos nada de tiempo y podemos seguir el camino.