Unos de los pueblos más bellos del Lago Como en el norte de Italia. Después de casi una hora conduciendo desde Como bordeando el Lago, por fín llegamos a este maravilloso pueblecito.
Por su emplazamiento es uno de los puntos turísticos más importantes del lago y vienen a pasar las vacaciones de verano muchas personas, tal como se ve por la cantidad de hoteles que hay en función del tamaño del pueblo.
Conseguimos aparcar justo al lado de la Iglesia de San Giacomo.
Construída entre los años 1075 y 1125 no tiene grandes lujos aunque si algunos pequeños tesoros artísticos en su interior como el altar en madera tallada. Otro dato curioso es la torre del campanario que en su origen era una torre defensiva que junto con las murallas defendían la ciudad.
Después de la última restauración en 1990 fue declarada Monumento Nacional.
En este punto hay varias calles estrechas que bajan directamente casi hasta la orilla del lago. Habíamos planeado desayunar en Bellagio pero queríamos hacerlo con vistas al lago así que allá vamos.
Como ven hay varias cafeterías donde poder hacerlo y estamos en primerísima línea de lago.
Hay un servicio de ferrys en el lago que intercomunican varios de los pueblos, incluso pueden transportar algunos vehículos así que si tienen tiempo y se quedan varios días es una buena opción para recorrer las dos orillas.
Una vez hemos desayunado volvemos al coche por otra calle estrecha, quizás de las más famosas del pueblo, con tiendas a ambos lados y puentes aéreos entre los edificios. Se trata de «Salita Mella» y auqnue sea cuesta arriba es un agradable paseo que recomendamos.
Ahora tenemos que seguir el camino rumbo a Milán pero antes les dejamos unas vistas del Lago Como desde Bellagio… ¡Maravillosas!