Justo en el corazón de Kioto está el Castillo de Nijo. Tanto por su historia, por su arquitectura o por sus jardines es una de las visitas obligadas si vamos a la ciudad.
Este es el mapa de todo el recinto
Ya sabéis que una de las cosas que siempre hacemos en nuestro blog, porque nos gusta y porque pensamos que es imprescindible para comprender lo que visitamos, es investigar sobre la historia del lugar. Bien, en este caso la historia del Castillo de Nijo es muy interesante a la vez que representaba uno de los organismos más importantes del antiguo Japón, la figura del Shogun.
El Castillo de Nijo fue construido por el Shogun Tokugawa Leyasu en 1603 para proteger el Palacio Imperial de Kioto. Fué terminado en 1626 por el tercer Shogun Tokugawa Lemitsu que aprovechó restos de castillos como el de Fushimi para completarlo. El castillo ha visto el amanecer y el ocaso del clan Tokugawa y gracias a su diseño es uno de los claros ejemplos del Período Momoyama (1624-1643).
El castillo en sí mismo es una estrucutra para defenderse de los ataques enemigos. En Japón llegaron a haber más de 3000 castillos hasta que en una campaña de asedio a Osaka en 1615 el shogunato Tokugawa estableció la ley de «un castillo por provincia» y su número cayó hasta 170. Durante la Restauración Meiji (1868-1912) el nuevo gobierno lanzó la orden de abandonar los castillos y puso fin a la figura de los samurais en 1873 y en los dos años siguientes se habían demolido los dos tercios de ellos. Los que quedaron se vieron seriamente dañados en la Segunda Guerra Mundial y después de reconsiderar su valor histórico comenzaron a ser reconstruidos y restaurados como parte fundamental de la historia del pueblo japonés. Este es uno de los motivos por lo que es todo un privilegio poder visitar cualquiera de los castillos que podemos encontrar en Japón.
Según vamos relatando nuestra visita iremos dando pinceladas de la historia que formaba parte de la vida cotidiana de los moradores del castillo. La primera impresión es de una pequeña ciudadela amurallada con torres de vigilancia y defensivas en sus esquinas.
Para entrar pasamos por la puerta Higashi Ote-Mon, que es la puerta principal. Esta puerta no es muy bonita ya que su función principal era la seguridad y no la ostentación.
Después de ésta, pasamos por otra puerta y ésta, si nos permiten tomarnos la libertad, es una auténtica obra de arte, la Puerta Kara-Mom.
Una vez en su interior lo primero que vamos a ver es el Palacio Ninomaru considerado Tesoro Nacional. Tiene un total de 3.300 metros cuadrados y consta de una serie de 6 edificios en diagonal que son una muestra del estilo de un samurai, Bukefushoinzukuri, durante el período Momoyama (1573-1603). En total hay 33 habitaciones y más de 800 tatamis.
Este el mapa de este palacio.
El edificio más representativo de los 6 y que también es imágen del castillo es el Kurumayose.
Os dejamos dos fotos de más cerca de la puerta principal que es otra maravilla de la arquitectura del palacio.
Hay varias salas en donde se desarrollaba la vida del castillo que os contamos a continuación.
El siguiente edificio es el Tozamurai-no-ma que es el de mayor superficie, unos 1046 metros cuadrados, y que está dividida en varias salas. Al parecer fue usado como sala de espera para los daimyos que iban a visitar el castillo. Una aclaración, durante el Shogunato Torukawa, los daimyos se podría decir que eran nobles o pequeños señores feudales normalmente designados por el Shogun para llevar el control y la administración de pequeños territorios.
Ahora entramos en la Chokushi-no-ma que era donde el Shogun se reunía con los mensajeros de la Corte Imperial. Hay un parte de la sala en la que el suelo está más alto que el resto, la altura de un escalón o dos, más o menos. En ese lugar elevado se sentaban los mensajeros de la Corte ya que al representar al Emperador tenían un status más alto que el Shogun (no ellos claro, sino a quién representaban).
Después encontramos la Shikidai-no-ma, una sala donde el Shogun se reunía con los miembros de su consejo, normalmente ancianos. Toda esta sala está decorada con unas fantásticas pinturas pero no dejaban sacar fotos para preservar las obras artísticas. Hemos encontrado algunas imágenes por internet para compartirlas con todos
Otra de las salas que visitamos es Ohiroma Ichi-no-ma y Ni-no-ma. Son dos salas contiguas que se pueden hacer una sola y en donde el Shogun se reunía con los daimyos. Estaban decoradas con bonitas pinturas de forma que diera impresión de lujo. Otra cosa importante que hay aquí, es que al igual que en la sala Chokushi, había una zona más alta en donde el Shogun se sentaba y atendía a los nobles que se sentaban en la parte baja. En este punto quiero extenderme un poco más en estas reuniones que nos dará una visión mejor de como eran. Esto podría haber sido algo así
Para empezar a los daimyos se les quitaba la espada larga y se les dejaba llevar sólo la corta. También se les hacía cambiar la ropa por otras que imposibilataban bastante los movimientos rápidos y el equilibrio en caso de confrontación. En estas reuniones sólo el Shogun llevaba una ropa apropiada bastante cómoda en caso de entablar alguna confrontación así como su guardia personal. Por si fuera poco en la sala hay varios armarios donde no sólo se guardaban las mesas y utensilios que se podían usar en la sala sino que también había ocultos guardias personales del Shogun para sofocar cualquier intento de atentado. Como podéis ver en esta época debían haber muchas luchas internas por el poder o por lo menos mucho miedo a que las hubiera.
Hemos dicho que había armarios, muchos armarios… Si visitáis el Castillo de Nijo tened en cuenta que para los japoneses una habitación limpia y despejada era no sólo una muestra de orden, sino que la habitación se hacía más grande y eso pretendía dar sensación de poder al mostrar estas salas tan grandes donde el único mobiliario necesario era sólo el que se tenía que usar en ese momento determinado, todo lo demás permanecía guardado fuera de la vista de los visitantes.
También encontramos al lado de estas salas la Sala de Armas llamada Ohiroma-yon-no-ma y para terminar la bonita sala Kuro-Shoin. En esta última era donde el Shogun se reunía con los daimyos de la propia familia Tokugawa o aquellos a los que históricamente apoyaron a la familia Tokugawa en la Batalla de Skigahara. Esta habitación tiene una decoración mucho más espectacular, de un estándar más alto que la de Ohiroma Ichi-no-ma aunque es más pequeña.
La sala que queda, Shiro-Shoin, era privada y contenía los aposentos del Shogun.
Ya hemos comentado que no se pueden sacar fotos dentro del recinto pero encontre estas…
Después de recorrer el interior del Palacio Ninomaru nos damos un paseo por la parte exterior de los edificios contemplando los jardines. Los tres jardines que tiene el Castillo de Nijo están clasificados entre los 10 más bonitos de Japón y eso no se consigue tan fácilmente os lo aseguro.
Atravesando la puerta podemos visitar el Palacio Honmaru que ocupa unos 20.000 metros cuadrados. En principio se construyó a imágen del de Ninomaru pero varios incendios y reconstrucciones lo acabaron dejando tal como lo vemos hoy en día. Está rodeado por una muralla y un foso de agua y en sus jardines hay una torre de vigilancia de 5 pisos de altura desde donde podemos ver unas bonitas vistas de los jardines y del complejo del Palacio. Además hay que tener en cuenta que no se permite el acceso al Palacio Honmaru por lo que lo más que podremos hacer es visitar sus jardines y subir a la Torre.
Fue construído para el Shogun Yoshinobu como residencia durante los últimos días del Shogunato Tokugawa. Si estáis apretados de tiempo nosotros recomendamos visitar con calma el Palacio Ninomaru y dejar el Palacio Honmaru para otra ocasión.
Una de las cosas que pudimos observar mientras paseábamos por el exterior del Palacio Ninomaru fue algo que había bajo los tablores que hacen de camino cubierto alrededor del edificio y son una serie de clavos y láminas pequeñas de metal que hacen que al andar sobre los tablones la madera haga ruido. Esto se hacía para descubrir posibles espías o asesinos que pudieran hacer peligrar la vida del Shogun.
Para visitar el castillo el horario de admisión es de 8:45 a 16 horas y la entrada son unos 600 yenes.
Bueno, ya no podemos contaros más así que esperamos que os haya gustado y como decíamos al principio, es visita obligada en Kioto.