Caminando por la calle enseguida vemos este Torii enorme de cemento entre rascacielos indicando que tras él esta el Santuario Hie Jinja que estabamos buscando.
En pleno corazón de la ciudad este santuario sintoísta se alza sobre una colina y una vez dentro nos encontramos con que la gran Tokyo ha desaparecido.
Esta dedicado al Dios de la Montaña Hie y una vez construido el actual Castillo de Edo fué declarado deidad protectora de la ciudad.
Ha sufrido a lo largo de sus historia algunos incendios y daños debidos a los bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial pero gracias a las aportaciones de los ciudadanos se ha reconstruido en varias ocasiones.
Desde el período Edo (1603-1867), empezando con el Shogun Tokugawa, se celebra el Festival de Sanno que consta de unas 45 carrozas y es considerado unos de los más importantes de Tokyo aunque desde 1885 las carrozas más altas no puedan salir debido a que no caben por debajo de los continuos pasos a nivel que tiene la capital. Este festival se celebra alrededor del 15 de Junio.
Desde este Santuario también parte otro festival que se celebra cada 2 años llamado festival de Jinko, mucho más modesta que la anterior sólo consta de 3 santuarios portátiles y cientos de feligreses que lo secundan. Es constumbre que pasen por el Palacio Imperial para ofreceer sus oraciones por la paz, felicidad y properidad de la familia real. Esto es muy importante ya que el Hie Jinja es el único santuario en Japón honrado con ese privilegio.
Como en cualquier santuario de Japón os podéis encontrar si tenéis suerte con la celebración de una boda tradicional.
La deidad del Santuario es representada por un mono y la verdad nos extraño mucho quizás por que esperabamos encontrar una estatua de una especie de todo poderoso dios guerrero….. Las personas compran unas tablillas sobre las que escriben deseos o peticiones y las dejan colgadas en el templo para que mediante el rezo sean oídas por los dioses.
Bien, en todos los santuarios y este no es una excepción al entrar hay que lavarse las manos siguiendo un ritual preestablecido en el Temizuya, que no es más que una especie de fuente con unos cazos para recoger el agua y poder echarla sobre las manos.
Una vez dentro los fieles se dirigen hacia el altar o Hairei donde suele haber una cuerda con una campana que debemos hacer sonar para llamar la atención del Dios y hacer una petición a la vez que realizamos varias reverencias.
Hay multitud de barriles de Sake que al parecer donan las empresas e incluso algún particular para pedir los favores del Dios y son verdaderamente bonitos.
Seguramente lo que más llamo nuestra atención fue la escalera franqueada con Toriis (pórticos ) de color rojo que le daban un aire un tanto místico al santuario.
Os dejo un mapa y la dirección web del Santuario
http://www.hiejinja.net/jinja/english/index.html