El Real Alcázar de Sevilla

A comienzos del siglo X, en el año 913, el Califa de Córdoba Abderrahmán III ordenó la construcción de un nuevo edificio para el gobierno, la Dar al-Imara. Con esto se pretendía sacar al antiguo gobierno del centro de Sevilla y trasladarlo más cerca de su puerto, que siempre ha sido su motor económico.

Posteriormente se añadiría el Alcázar Nuevo de los abbadíes, que eran los gobernantes de la ciudad. Aquí añadimos el término Alcázar, que viene a significar palacio o castillo fortificado pero…¿De dónde proviene? Pues la respuesta es del término árabe «Al qasr», que viene a significar «La Fortaleza».

Después de esto fue ganando terreno en sucesivas ampliaciones, primero por los almorávides y después por los almohades en el siglo XII, como por ejemplo la Casa de la Contratación.

La conquista de los territorios por Castilla en 1248-49 dió el título de Real Alcázar al convertirlo en sede de la Corona y a su vez lo amplían construyendo el Palacio Gótico por Alfonso X.

A partir de este momento y hasta nuestros días se han ido añadiendo elementos de cada época donde se podemos encontrar influencia renacentista, barroca, flamenca, etc…

Bueno, esto como breve historia no esta mal, ahora vamos a visitarlo 😉 Y para empezar lo primero es el mapa de lo que vamos a ver.

Hemos sido los primeros en llegar a la Puerta del León y todavía está cerrada.

Al abrir, atravesamos la puerta y llegamos a el Patio de los Leones.

Esa muralla con arco tras de mí es un resto de la muralla almohade y que nos sirve de entrada al siguiente recinto, el Patio de la Montería, donde resalta la fachada del Palacio del Rey Don Pedro, también llamado Palacio Mudéjar, construido entre 1364 y 1366. No se pierdan ningún detalle porque esto no ha hecho más que empezar a sorprendernos.

Las columnas a la derecha del patio delimitan el edificio de la Casa de la Contratación.

En una de las esquinas del patio están las escaleras por las que accedemos al segundo piso donde se hallan los Apartamentos Reales. Para poder verlos hay que sacar una entrada aparte y encima no dejan sacar fotos por lo que sólo les enseñamos las escaleras.

Después de esta mini visita a los Apartamentos Reales volvemos al Patio de la Montería porque justo al lado de donde están las escaleras está la entrada al Salón del Almirante. Es una sala alargada donde hay enormes pinturas históricas en sus paredes de finales del Siglo XIX y principios del siglo XX.

Aquí estaba la sede del Tribunal del Almirantazgo de Castilla y colaboraba estrechamente con el Archivo de Indias, pero de esto hablaremos en otro post. De este lugar la única foto que sacamos salió bastante penosa pero no pasa nada, la siguiente sala es mucho más impresionante, la Sala de Audiencias.

El techo es una maravilla, un artesonado renacentista inspirado en el arte musulmán que hipnotiza al verlo. En el centro se encuentra el Retablo de la Virgen de los Mareantes ya que este lugar se usó como capilla.

Después, una breve pasada por el Patio de Levíes (llamado así porque perteneció al palacio de la familia Levíes), y a la casa del Asistente. El de la foto es el de los Levíes.

Ahora sí, entramos al Palacio Mudéjar.

Lo primero que vamos a ver es que la decoración con motivos islámicos prevalece en todo el edificio, así como algunos escudos y referencias a la Corona de Castilla, todo con unos techos artesonados maravillosos.

Al entrar tenemos el vestíbulo que separaba la zona privada a la derecha, de la zona pública a la izquierda.

Caminamos hacia el Patio de las Doncellas, ya que alrededor del él es donde vamos a encontrar las mejores estancias del Palacio.

Este patio es el punto a partir del cual, se organiza la parte pública del Palacio. Aquí también podemos observar varios estilos, el primero es toda la parte baja, que es del siglo XIV, sin embargo, los techos son de la época del reinado de los Reyes Católicos.

En el siglo XVI se construyó el piso superior con arcos de medio punto y en la parte baja se sustituyeron las columnas de ladrillo y se añadieron estas columnas que vemos hoy en día de estilo italiano. Aparte de esta reforma se incrementaron las yeserías ornamentales. La alberca también fué instalada más tarde, en el siglo XXI, recuperando así la apariencia original en la época de Pedro I.

A la izquierda tenemos una habitación con unas puertas originales del año 1366 maravillosamente decoradas. Esta habitación tiene el nombre de Salón del Techo de Carlos V y fue usada como capilla del Palacio. De hecho, aquí se casó Carlos V con Isabel de Portugal.

A la derecha tenemos la Alcoba Real, dos estancias separadas por una puerta de triple arcos de herradura y que son conocidas como los «Dormitorio de los Reyes Moros»

De la Alcoba Real pasamos al Salón de los Pasos Perdidos, que separaba la parte pública de la privada.

Este Salón desemboca en un lugar impresionante, el Patio de las Muñecas.

Las columnas de mármol de este patio proceden de Medina Azahara, en Córdoba.

Desde este patio pasamos a la Sala de los Reyes Católicos y al Salón del Techo de Felipe II, con artesonados muy detallados.

Por fin llegamos al plato fuerte, la habitación más lujosa de todo el Palacio, el Salón de los Embajadores. ¡¡El techo de este salón te dejará la boca abierta como un buzón!!

Nos queda por ver el Salón de los Infantes

Y ahora vamos a dar un paseo por los jardines 😉 Son enormes e invitan a pasear para descubrir rincones como la Gruta de las Sultanas

La Fuente de la Fama

O el Estanque de Mercurio

Todos ellos salpicados del color de las naranjas

Desde el Estanque de Mercurio accedemos al Palacio Gótico, en concreto al subsuelo del palacio para ver los Baños de Doña María de Padilla.

Se crearon en la época almohade entre los siglos XII y XIII como un estanque con zonas ajardinadas pero posteriormente se construyó sobre él el Palacio Gótico, durante el reinado de Alfonso X, de ahí las bóvedas de crucería que podemos ver en el techo. En este momento se quedó como aljive y lugar para mitigar el sofocante calor del verano.

Entremos al Palacio Gótico, bastante más pequeño que el Palacio Mudéjar pero con muchos detalles también.

Aquí podemos disfrutar de la Sala de las Bóvedas

y del Salón de los Tapices.

También podemos visitar la Capilla del palacio donde encontramos el Retablo de la Virgen de la Antigua de estilo bizantino.

Ya en este punto nos tenemos que ir porque la Catedral de Sevilla nos esta esperando 😉