Hoy nos han llevado a un tour para conocer más la ciudad de Ammán y para callejear e integrarnos entre la gente.
La ciudad, ocupa una extensión enorme, unos 1680 km² nada menos. Hay que tener en cuenta que en poco tiempo la ciudad ha pasado de 1,5 millones de personas a 4 millones y viendo que la ciudad ha crecido más en horizontal que en vertical, ha hecho que la superficie se haya multiplicado de forma exponencial.
Antes de empezar a enseñaros el tour, queremos contar algo de la historia de esta ciudad. Pertenecía al Reino de Amón, de la que viene su nombre. Posteriormente fue conquistada por el Imperio Asirio, los Persas y más tarde por los Griegos, que le cambiaron el nombre por Filadelfia. Después de esto fue tomada por el Imperio Romano y por su importancia fue incluida como una de las ciudades de la Decápolis (son unas ciudades de cultura grecorromana en Oriente Medio y que al final fueron más de 10…).
Actualmente el 90% de la población es musulmana y el 10% cristiana conviviendo en total armonía, compartiendo sus creencias en un ambiente de respeto, algo que es de envidiar viendo lo que suele pasar en el resto de los países que rodean a Jordania.
Comenzamos el tour visitando la ciudadela y nos encontramos con los restos de una Iglesia Bizantina. La ciudadela se situa en lo alto de una de las colinas sobre la que está construida la ciudad de Ammán, donde se han encontrado restos arqueológicos de hace unos 7.000 años, siendo uno de los lugares en los que la ocupación humana ha sido más larga a lo largo del tiempo de forma contínua.
Ya te das cuenta de que la ciudad es un poco caótica, conducir en Ammán es bastante complicado, toda una odisea. Pero no sólo el hecho de conducir, las construcciones están hechas, o por lo menos dan la impresión de que cada uno ha construido como ha podido, donde le han dejado y como le ha dado la gana. Desde la ciudadela se aprecia esto que les estamos contando.
Pero no se equivoquen ni la juzguen por su aspecto, la gente es amable y se puede pasear sin problemas por sus calles llenas de pequeños comercios donde se puede conseguir casi cualquier cosa.
Bajando de la ciudadela, por calles estrechas peatonales entre las casas, nos encontramos con estampas como estas, hasta que llegamos a ver el Teatro Romano desde las alturas.
Ahora toca pasear por las calles comerciales y ver la forma de vida de los habitantes de la ciudad.
Ammán es una ciudad, al igual que el resto del país, con un crecimiento económico importante y se está modernizando continuamente, una prueba de ello son estos nuevos rascacielos que sobresalen del resto de las viviendas.
En esta calle en la que estamos nos encontramos con la Gran Mezquita de Husseini.
Desde aquí cogemos el autobús y nos llevan a conocer el Gran Boulevard, un centro comercial inmenso, donde todas las mejores marcas internacionales han querido estar presentes tanto de ropa, automóvil, joyería, etc. Esto es una muestra de que la economía del país sigue con ese crecimiento imparable.
Justo al lado se encuentra la Mezquita del Rey Abdalá I, fácilmente reconocible por su cúpula azul. Si se fijan detrás del minarete de la mezquita pueden ver la torre con la cruz de una iglesia ortodoxa, una muestra más de perfecta convivencia en Jordania de las religiones.
Hay que decir una cosa, este tour lo hemos hecho un viernes, para los jordanos es como nuestro domingo en España, es decir, está todo cerrado y se puede circular por las calles, cosa que cualquier otro día es casi misión imposible.
De aquí vamos a visitar la zona residencial VIP de la capital, donde se encuentran las embajadas y la gente pudiente de la ciudad ha construido auténticos palacios, pero de este lugar no tenemos fotos que enseñaros pero seguro que nadie diría que «no» a una de estas mansiones.
Aquí acaba nuestro tour por la ciudad y ya nos vamos porque emprendemos el camino hacia Petra. 😉