Después de visitar el Cañón de Ásbyrgi seguimos bordeando la costa norte de Islandia hasta que llegamos a la desembocadura del río Jökulsá á Fjöllum en Öxarfjörður, y desde allí comenzamos camino hacia el Sur.
Hay dos caminos para ir hacia el Sur hasta volver a cruzarnos con la Ring Road. Por la erupción del volcán Bardarbunga la carretera del lado Oeste del río está cerrada por peligro de riada así que no tuvimos elección y empezamos la travesía por el lado Este del río. Este río, el Jökulsá á Fjöllum, nace directamente del Glaciar Vatnajökull, el más grande de Europa.
La primera catarata importante que nos encontramos es Hafragilsfoss y para llegar hasta el mirador desde donde podemos verla las pasamos negras porque la carretera estaba bastante mal… ¡¡ Aquí se agradece haber alquilado un 4×4 !!. Aunque se ve desde bastante lejos impresiona su tamaño y la cantidad de agua que lleva.
Mide unos 91 metros de largo y tiene una caída de unos 27 metros. Esta catarata cae sobre un antiguo cráter que pertenece a una de las fallas más largas y activas de la isla. Ya que hemos comenzado del Norte al Sur y la primera que hemos visto es Hafragilsfoss vamos a hablar un poquito sobre ella.
Su nombre significa «Cascada del Cañón de la Cabra», debido a que según cuenta la leyenda, Kráka, la hija del mítico Sigur (el matador de dragones) y su mujer Brunilda había dejado reposar a sus cabras aquí mientras ella descansaba. Como pueden ver la mitología nórdica es fascinante, algún día hablaremos un poco más sobre ella…
Bueno, no sin alguna complicación volvemos a la carretera y seguimos bordeando el Cañón Jökulsárgljúfur, formado por la continua erosión del agua.
Por fin llegamos al plato fuerte de nuestra ruta hacia el Sur, la impresionante Catarata de Dettifoss. Tiene unos 100 metros de ancho y unos 44 metros de caída. Por ella, dependiendo de la estación, se vierten de 200 a 500 metros cúbicos de agua por segundo siendo la más caudalosa de Europa. Es una lástima que el Norte de Islandia sea tan poco visitado porque realmente hay tesoros naturales que merece la pena contemplar…
Hay que andar como unos 500 metros desde donde aparcamos el coche por un sendero hasta acercarnos a la catarata. El ruido del agua cayendo y notar que el suelo vibra cuanto más te acercas al borde es una sensación muy difícil de explicar.
Una vez aquí no pude resistirme a acercarme hasta tocar el agua… Realmente asusta un poco y no pierdes de vista nunca el cauce del río no sea que le de por venir una riada y acabes formando parte del entorno….
Estas son algunas de las fotos que sacamos allí,
Si se fijan bien esa personita pequeña que sale ahí en el borde soy yo hipnotizado por la cascada
Sentado en el borde así se ve el agua que viene a caer
¡¡ Brutal !! ¿ No os parece ?
Quiero compartir con todos un par de videos que grabamos allí
Espero que les haya gustado la entrada de hoy 😉