Hoy vamos a ver el templo Zen más antiguo de Kioto y en su interior nos llevamos una sorpresa pero para descubrirla tienen que seguir leyendo.
Se trata del Tempo Kennin-Ji situado muy cerquita del Barrio Gion y una de nuestras visitas imprescindibles de la ciudad.
Además este templo nos gustó tanto que lo traemos el post cargadito de fotos. Los dragones se consideran deidades protectoras de los templos Zen así que aunque su aspecto pueda parecer amenazador es sólo apariencia.
Al fundador del templo, el abad Yousai, se le atribuye la introducción de la secta Zen así como la tradición de beber té en Japón. De hecho, se le tiene, nada más y nada menos, como creador de la ceremonia del té, y esto en Japón es algo sumamente importante.
La marca distintiva del Templo son las imágenes de los Dioses del Trueno y el Viento. Estas pinturas son una de las obras más importantes de Tawaraya Sotatsu, gran artista del Período Edo.
El Chouontei o el Jardín del Sonido de la Marea es un jardín Zen sencillo ubicado detrás del edificio principal del Templo Kenninji. Para poder entrar en el interior hay que quitarse los zapatos y ponernos unas zapatillas muy «bonitas» 😉
En el interior esta el jardín de San-zon-Seki con un conjunto de 3 piedras que representan a Buda y a dos monjes Zen. También hay una piedra para hacer meditación sentada llamada Zazen-Seki.
Lo siguiente que encontramos es el Hattou, Dharma Hall, construído en 1765 (segundo año de Meiwa Era). La sala «Nenge-dou» también se utiliza como la sala principal del templo Zen. El altar consagra una imagen de Shakyamuni Tathagata y estatuas de los sacerdotes budistas Mahakasyapa y Ananda.
En esta pintura hay dos dragones pintados en el techo del templo por el artista Koizumi Junsaku para conmemorar el 800 aniversario de la fundación del Templo Kenninji, en abril de 2002. Mide 11,4 metros por 15,7 (el tamaño de 108 tatamis). Fue creado en el gimnasio de una escuela primaria en Hokkaido y tomó el artista poco menos de dos años en completarse.
En la habitación también cuelga este enorme farol
Después de esta maravilla visual, paseamos un poco más entre sus pabellones para salir en busca de otro lugar para visitar.
Bueno chicos, seguimos la ruta, espero que os haya gustado la visita de hoy.