Bueno, nos han dicho que las colas para ver la Estatua de la Libertad son enormes y que ibamos a perder mucho tiempo asi que nos comentaron una forma de acercarnos un poquito para verla mas de cerca y al final es por la que hemos optado.
La idea es coger un ferry gratuito que nos lleva desde la Whitehall Terminal al sur de Manhattan hasta la George Terminal en Staten Island, ver la estatua de cerca y darnos un paseo en barco por la bahía de Nueva York.
De Staten Island la verdad no tenemos mucho que decir, salvo que es uno de los grandes distritos de Nueva York pero realmente no había nada que nos llamara la atención. De hecho, por algo se le llama el «distrito olvidado». Actualmente casi podríamos decir que es un gigantesco distrito residencial con poco atractivo turístico salvo por algunos edificios antiguos.
Según salimos de la Whitehall Terminal están son las vistas tan maravillosas que nos ofrece la ciudad.
Y aquí estamos frente a la Liberty Island donde la estatua domina la bahía con su antorcha en alto.
La Estatua de la Libertad fué un regalo del pueblo francés a los americanos para celebrar el centenario de la Declaración de la Independencia de los Estados Unidos y como un signo de amistad entre los dos países. Como curiosidad la estructura interna de la estatua fue diseñada por Gustave Eifell.
Desde 1984 esta considerada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Era la encargada de recibir a los inmigrantes europeos al llegar a Nueva York después de una larga travesía a través del Atlántico.
Bueno, esto es lo más cerca que estuvimos, quizás la próxima vez hagamos esa larga cola y subamos al mirador que hay en su corona.
Seguimos nuestro paseo en ferry hacia la George Terminal, sentarnos un ratito en tierra firme y volver en el siguiente para seguir viendo la ciudad…