Es el mayor y más antiguo de los Parques Nacionales de las Islas Canarias.
Cuando hablamos del Parque Nacional no sólo nos referimos a el estratovolcán Teide con sus 3717,98 metros, el más alto de España, sino a su riqueza geológica y biológica cargada de endemismos que sólo se dan en este hábitat y que son únicos en el mundo.
Desde el aire se aprecia la gran depresión de unos 17 Km. sobre la que se asienta el Teide que conforma casi todo el Parque Nacional y está delimitada por paredes casi verticales muchas de ellas de unos 700 metros de altura, que conforman la Caldera de Las Cañadas.
Vamos a tratar de explicar un poco y sin entrar en términos científicos su formación para que podáis entender la maravilla que estamos contemplando. Al parecer, hace unos 180.000 años el Edificio Cañadas, como se le conoce, se estima que mediría alrededor de 6000 metros de altura, algo impresionante teniéndo en cuenta el tamaño de la isla completa. Ahora viene lo asombroso, al parecer tras el vaciado de la cámara de magma el Edificio no pudo soportar el peso del conjunto y se deslizó hacia el mar a lo largo de las laderas dejando tras de sí la actual Caldera de Las Cañadas con 17 Km. de diámetro.
¡¡ Imaginad en cuestión de minutos una montaña de unos 6000 metros bajando de repente a unos 2500 !!. La riqueza geológica del Parque Nacional es incalculable y fruto del estudio científico nivel mundial.
Dejando de un lado el tema histórico actualmente el Parque Nacional del Teide es el más visitado de Europa con una media de 3 millones de visitantes. Se accede por varias carreteras de las cuales las 3 principales son la carretera de La Esperanza (TF-24), subiendo por la Orotava (TF-21) y viniendo del Sur por la carretera de Vilaflor (TF-21). Es visita obligada para todos los turistas que vienen a veranear a la isla así como para todos los tinerfeños que más o menos una vez al año hacemos una excursión al Parque Nacional, ya sea para pasar un día de picnic o para disfrutar de la nieve en invierno.
Nosotros por cercanía solemos subir por la Orotava en donde hay un par de miradores desde contemplar el Teide y la Corona Forestal.Hay un pequeño mirador a la izquierda según subimos hacia la cumbre que es el Mirador de La Piedra de la Rosa donde podemos apreciar esta curiosa formación de basalto que nos recuerda a una flor.
Continuando la subida entre paisajes como estos siempre paramos en los restaurantes que encontramos en el cruce con la carretera que viene de La Esperanza. En estos restaurantes podemos encontrar cosas típicas y recuerdos de la visita al Parque Nacional. La última vez que fuimos nosotros os podemos decir que aunque todo estaba llenos de turistas la comida no era para nada cara teniendo en cuenta que nos la podemos comer en una terraza al aire libre con el Teide como fondo, algo fantástico.
A partir de este cruce poco a poco nos adentramos mas en la zona de Las Cañadas en donde cada pocos kilómetros tenemos sitios para aparcar y contemplar el paisaje con carteles que nos explican lo que estamos viendo. Toda la información esta a nuestro alcance en los numerosos carteles que hay repartidos por el parque.
También tenemos el Centro de Visitantes donde aprenderemos muchas cosas del Parque Nacional como la fauna, la vegetación y la apicultura que se desarrolla en la zona.
Por esta zona si os fijáis en las piedras veréis un campo de lava que brilla con el sol como si fueran cristales negros. Es un campo de obsidiana negra muy llamativo pero por aquí justo no hay sitio para parar el coche así que si lo queréis ver mejor tendréis que daros un paseo andando pero merece la pena.
Por el camino veréis conos volcánicos como la Montaña Mostaza o el Mirador Minas San José que era una zona de extracción de piedra pomez. Justo aquí cuando hay nieve es una de las zonas favoritas para jugar con los niños.
Encontramos también poco más adelante el telésferico para poder subir a la cima del volcán. Nosotros os aconsejamos que si hace frío ni se os ocurra por que si abajo hace unos 5 ºC la sensación térmica en la cumbre puede ser de unos -20ºC y hay que ir muy bien preparado para soportarlo. Aquí se ve a la derecha el último tramo.
Si al final sois de los valientes que quieren subir vais a daros cuenta de que el volcán sigue activo y podéis ver las fumarolas, muchas de ellas rodeadas de un polvo o cristalitos amarillos de azufre que indican que la actividad continua viva bajo tierra.
Ahora vamos a uno de nuestros sitios favoritos que el disfrutar la vista del Teide junto con el Roque Chinchado. Dicho así no tendréis ni idea de donde os decimos pero si os decimos que es de donde era la foto que salía en los billetes de 1000 ptas seguro que ahora si lo relacionais.
Es uno de los puntos más visitados. Desde aquí podemos ver el Roque Chinchado, el Roque de La Catedral, el Llano de Ucanca, la Zona de los Azulejos y una vista impresionante del Teide.
Estos roques se crearon como conductos en los que la Lava accedía al nivel superior del Edificio Cañadas y debido a las grandes presiones, grietas y al caracter un poco ácido de la roca fundida se solidificó quedando más duro que el entorno. Cuando el edificio se desplomó quedaron esto roques como vestigios del pasado. Lo que vemos hoy es el resultado de estas formaciones y de su erosión al cabo de todos estos años.
La Zona de los Azulejos son de un color verduzco que llaman mucho la atención y se deben a interacciones de los gases del magma con corrientes de agua del subsuelo que alteran minerales con contenido en hierro dando este color característico a la esta zona.
Justo en frente del Roque Chinchado tenemos el Parador y una pequeña iglesia que tiene a la Virgen de las Nieves. esta pequeña iglesia oficia misa un día a la semana y es la Iglesia situada a más altura de España. En el Parador podemos hacer una paradita a tomar un bocadillo y un café, aunque aquí los precios si son para turistas y pueden ser un poquito caros.
Menuda maravilla levantarte por la mañana y estar a la falda de tan impresionante montaña, ¿ no os parece ?.
Poco más adelante llegamos al Mirador de El Llano de Ucanca, una planicie de color amarillo claro donde se depositan los materiales de erosión del Teide y que tiene unos 3 Km. de diámetro. Al final del Invierno se suelen formar lagos fugaces procedentes de la nieve y dan la oportunidad de hacer unas fotos muy bonitas de la montaña.
Una época también muy bonita para visitar el Parque Nacional es cuando florecen los Tajinastes Rojos que alcanzan una altura de casi 3 metros y cubren algunas partes de Las Cañadas.
Aunque nos guste hacer trekking es muy importante no salirse de las rutas marcadas y de los senderos habilitados ya que no deja de ser una superficie muy amplía y que sigue siendo peligrosa por lo abrupto del terreno en algunas zonas así que si os gusta patear hacerlo siempre con precaución. Este sería un claro ejemplo de lo bien señalizado que esta el Parque Nacional para hacer esta actividad.
En la parte superior de uno de los bordes de Las Cañadas se encuentran los Telescopios del Instituto Astrofísico donde numerosos científicos de muchísimas nacionalidades estudian el cosmos desde este punto privilegiado.
Nosotros vamos a bajar por la Carretera de La Esperanza donde disfrutamos de vistas tan espectaculares como estas
Bueno, hasta aquí nuestra visita a el Parque Nacional del Teide, esperamos que os haya gustado y que si visitáis Tenerife no dejen de venir a verlo.
Os decimos adiós con esta imagen,