Visitando la Galería Uffizi pudimos ver desde un punto más alto la fachada del Palazzo Vecchio y los emblemas que hay pintados en su fachada que representan hechos y situaciones acontecidos en la historia de Florencia.
Cuando realmente nos fijamos en el edificio fue dando un paseo por la Piazza della Signoria, una de las principales plazas de Florecia y donde el arte está muy presente, pero primero vamos a ver algo de su historia.
Se construyó sobre los restos de una lavandería inmensa de la época romana en el siglo XV y era la sede principal de la República de Florencia, momento en el cual era conocido como Palazzo Novo. Sobre el año 1540 estableció en él su residencia Cosme I de Médici, con el consiguiente cambio de nombre del palacio que paso a ser conocido ahora como el Palazzo Ducal.
Esto sólo duró 25 años, momento en el que Cosme I traslada su residencia al Palazzo Pitti en 1565 y adquiere el nombre que mantiene hasta la actualidad como Palazzo Vecchio, es decir, Palacio Viejo.
Antes de comentar algo de su interior vamos a centrarnos primero en algo de la historia de la Piazza della Signoria y hablaremos un poco del arte que encontramos allí. Antes mencionamos que la plaza ya existía en tiempos de los romanos pero no con su forma actual, que no cogió hasta el 1268, como un importante lugar en la ciudad en el que habían unas lavanderías de tamaño industrial y unas termas. A la plaza se le añadió en el siglo XIV la Loggia della Signoria, en la que se realizaban actos públicos y donde se estableció el Tribunal de Mercancías.
Posteriormente, un hecho que queremos destacar que ocurrió en esta plaza fué la famosa «Hoguera de las Vanidades». Este hecho ocurrió el 7 de Febrero de 1497 cuando los seguidores del monje Girolamo Savonarola quemaron en público miles de objetos que consideraban contrarios a la moral. Entre los objetos quemados se encontraban obras de arte de grandes pintores, libros, etc… Todos estos sucesos acontecieron justo delante de la Fuente de Neptuno.
La Piazza de la Signoria también era el lugar donde se realizaban las ejecuciones públicas, paradójicamente sólo un año más tarde, en 1498, fue condenado a morir en la hoguera el monje Girolamo Savonarola.
Con el paso de los siglos la Loggia della Signoria acabó convirtiéndose en un museo de esculturas al aire libre que hoy podemos disfrutar. Entre las más importantes destacan las siguientes:
«El Rapto de las Sabinas» de Giambologna
«Hércules y el Centauro Neso«, también de Giambologna
El grupo de «Políxena» de Pio Fedi
«Patroclo y Menelao»
Y la más importante, «Perseo con la cabeza de Medusa» de Benvenuto Cellini. Realizada en bronce con 3,20 metros de altura siempre ha estado en el mismo lugar desde 1554.
La entrada del Palazzo Vecchio no podía ser menos y también tiene sus dos grandes esculturas que vigilan la entrada. A un lado, una copia del David de Miguel Ángel, en el mismo lugar donde durante mucho tiempo estuvo el original. Al otro lado, «Hércules y Caco» de Baccio Bandinelli hecha en 1533.
Nosotros, un poco despistados por nuestra parte, no habíamos caído en la cuenta de que se puede visitar el interior donde hay una sala enorme, la Salón del Cinquecento, con unas dimensiones de 53 x 23 metros. Sus paredes están repletas de obras de arte y en las cuales pintores de la talla de Miguel Ángel o Leonardo Da Vinci pintaron murales. La pena de esto último es que después de la transformación del edificio no se conservan estas pinturas y hoy se puede contemplar la obra del pintor Giorgio Vasari y de sus ayudantes. Este interior del que hablamos no tuvimos oportunidad de visitarlo, por la hora que era ya, pero si se puede entrar por la entrada entre el David y el Hércules y ver el patio interior con su exquisita decoración.
Bueno amigos, esta es la visita que compartimos con todos hoy, esperamos les haya gustado acompañarnos una vez más. 😉