Cierto es que no son «dragones» como puedan ser los de Komodo pero, a menor escala, son los nuestros y casi siempre pasan desapercibidos.
Cuando hablamos de Canarias siempre nos viene a la cabeza imágenes de sol y playa pero nuestras islas tienen mucho más que ofrecer. Volcanes, montes, deportes, submarinismo y un sin fin más de atractivos están repartidos por toda nuestra geografía.
Hoy queremos centrarnos en nuestros lagartos, especies endémicas de Canarias y que habitualmente pasan sin pena ni gloria por el ojo del turista por lo que vamos a hacer referencia a ellos, cariñosamente, como nuestros pequeños dragones.
Cada una de las 7 Islas Canarias tiene su propia subespecie y se encuentran prácticamente en cualquier lugar, da igual si es un jardín, un campo de lava, cerca del mar o junto al Pico Teide, en cualquiera de ellos podemos encontrarnos con un dragon en miniatura. Aquí es donde podríamos preguntar…¿Te gusta la fotografía?¿Eres turista o viajero?.
No queremos levantar ninguna polémica sobre si el turista es mejor o peor que el viajero, supongo que dependerá del caso y de la persona aunque normalmente el viajero se integra más en el lugar que visita y suele ver detalles que a un turista habitual se le pueden escapar. En cualquier jardín de cualquier hotel podemos encontrarnos con algunos de nuestros pequeños dragones calentándose sobre una piedra con los rayos del sol.
Los coloridos tonos de los dibujos de su piel son una maravilla.
Algunos están tan acostumbrados al paso de las personas que nos dejarán acercanos un poco para sacarles una buena foto aunque por lo general mantienen bastante las distancias.
Les encanta el plátano, el tomate y las uvas así que ya tienen un truco para atraerlos hasta vuestro objetivo.
Como decíamos al principio, cada isla tiene su propio lagarto característico, algunos en peligro de extinción como el Lagarto Gigante del Hierro, una excusa más para fijarse en nuestros pequeños dragones.
Hay unos pequeños coloquialmente conocidos por lisas por el dibujo de sus escamas y otros que da miedo cogerlos con la mano por su tamaño como el Lagarto de Gran Canaria, pero todos y cada uno de ellos tiene su belleza y características peculiares.
Ahora que les hemos presentado a nuestros pequeños dragones los invitamos a que la próxima vez que visiten las islas se acuerden de ellos, y si todavía no han visitado Canarias ya tienen una cosa más que pueden ver.