Una de los lugares que nos habían aconsejado visitar en Sevilla es el Museo de Bellas Artes por la cantidad de obras de arte que se exhiben así que aquí estamos, a ver que encontramos.
Inagurado nada menos que en el año 1841 se le considera como una de las Pinacotecas más importantes de España. Obras de importantes pintores como Murillo, Zurbarán y Valdés Leal son exhibidas en su interior, seguro que alguna de sus obras nos resultan familiares.
En su inicio, el edificio sirvió de convento a la Orden de la Merced hasta que fue expulsada en el año 1835 por la desamortización de Mendizabal por lo que alguna de sus estancias nos recordaran a este pasado.
Consta de 14 salas de exposiciones donde casi todas las obras son de temática religiosa.
En la primera de las salas, dedicada al arte medieval español nos gusta mucho esta pintura de Juan Hispalense de San Miguel Arcángel y la pequeña escultura que se llama «Llanto sobre el Cristo muerto» de Pedro Millán.
También hay varios cuadros anónimos de Santos por parejas, bastante curiosos…
En la segunda de las salas, que abarca el Renacimiento, ya la primera de las pinturas que nos gusta es «El Juicio Final» de Martín de Vos. Merece la pena pararse y dedicarle unos minutos a ver todos los personajes del cuadro…
Otro cuadro interesante es «La Anunciación» de Alejo Fernández.
El tríptico de Frans Franckens titulado «El Calvario» y «La Inmaculada» de Alonso Vázquez.
Al fondo de la sala destaca la escultura en barro policromado de San Jerónimo de Pietro Torrigiano
Poco más adelante entramos en el Claustro Mayor, recordad que el edificio había sido un convento por lo que no hay que extrañarse encontrarse este tipo de elementos arquitectónicos.
En la sala dedicada al Barroco sevillano hay otro cuadro muy llamativo, «Cristo coronando a San José» de Zurbarán.
También está el de la «Sagrada Familia» de Juan de Uceda (el segundo por la izquierda). 😉
Para subir al piso superior las escaleras son una maravilla, no dejen de mirar hacia arriba.
En la sala 6, seguimos en el barroco, encontramos del Taller de Zurbarán una serie de cuadros que representan a varias Santas y que proceden del Hospital de las Cinco Llagas.
En la sala 7, dedicada a Murillo y sus discípulos, encontramos alguna de las obras más representativas de Murillo como «San Agustín y la Trinidad»
La sala 8 está dedicada al pintor Juan de Valdés Leal. Al fondo su cuadro «La Concepción», a la izquierda «La Flagelación de San Antonio» y a la derecha «Las Tentaciones de San Jerónimo», tres de sus cuadros más conocidos.
La sala 9, que se ocupa del barroco europeo expone un cuadro que nos cautivo, «Paraiso Terrenal» de Jan Brueghel, el Joven.
La sala 11 se ocupa de la pintura española y sevillana del siglo XVIII, y aquí se encuentra un conjunto de pinturas de Domingo Martínez, llamadas «Carros de (aire,fuego,agua,…)» que representan unas festividades de la coronación al trono de España de Fernando VI con unas carrozas enormes entre la población.
En la sala 12 la exposición es para los pintores del siglo XIX y entre todos los que vimos hay uno que nos llamó muchísimo la atención y que recordamos de nuestra época de estudiante, el «Retrato de Gustavo Adolfo Bécquer», curiosamente el autor es Valeriano Domínguez Bécquer, no sabemos si es familia pero es curioso.
También en esta sala hay otro cuadro bastante impactante que es «La Muerte del Maestro», de José Villegas que muestra la muerte de un torero, merece la pena una parada para fijarnos en las expresiones de los rostros y los detalles del cuadro.
En la última sala, la 14, podemos ver ya pinturas más recientes de la transición al siglo XX.
Nos despedimos con un cuadro de Zurbarán, «El Cristo Crucificado», que estaba un poco separado del resto de la exposición pero eso le da un aire más lúgubre, ya que representa a Cristo pero ya muerto en la cruz.
Esperamos que les haya gustado acompañarnos en esta visita cultural 😉