Para terminar nuestro viaje a Islandia ¿qué mejor que acabar en el balneario geotermal más famoso de la isla?. ¡¡Allá que vamos!!
Se encuentra en la Península de Reykjanes sobre un campo de lava. Cerca hay una central geotermal que aprovecha el agua que emana de la tierra sobrecalentada por una corriente subterránea de lava para mover las turbinas y producir electricidad, después el agua circula por la superficie hasta llegar al complejo de la Laguna Azul.
La temperatura tiene una media de 40ºC pero a veces el calor que te llega es tanto que no queda más remedio que sacar el cuerpo fuera del agua aunque fuera haya unos pocos grados sobre cero.
Al llegar y pagar la entrada puedes optar también a unas toallas, unas chanclas y un albornoz, cosa que hicimos nosotros ya que no íbamos a cargar todo el viaje por Islandia con una toalla 😉
Te ponen una pulsera electromagnética con la que accedes a la zona de los vestuarios, las taquillas y la zona de baño. Además en la entrada está incluida una bebida que la puedes pedir en el bar que hay dentro de la Laguna Azul, ni siquiera hay que salir 😉
Este agua se dice que tiene muchos beneficios para piel y la costumbre es untarte por todo el cuerpo un fango blanco que se saca del mismo suelo y que lo acumulan en cubos para que sea más fácil ponértelo, como esa mujer que me mira de reojo…. ja, ja, ja… Con ella me quedo en remojo una horita más… o dos…