Después de andar un ratito por las calles de París llegamos a la Iglesia de San Eustaquio.
Es una de las Iglesias más bonitas de París. Se empezó a construir en el 1532 y no se acabó hasta casi 100 años después. Tanto se tardo que por fuera es de estilo gótico y sin embargo la decoración del interior es de estilo renacentista.
No vamos a entrar en detalles sobre que tipos de arcos, bóvedas, etc. tiene, eso ya lo dejamos para los estudiosos de arte. A nosotros, como a la mayoría de los mortales, lo que buscamos son cosas que nos impresionen, ya sea por la magnitud del lugar como por los pequeños detalles pero sin entrar en cosas muy técnicas.
Por ejemplo, al entrar lo primero que haces es mirar hacia arriba la altura de los arcos y nos viene a la cabeza la pregunta de como fueron capaces de construir algo así en el momento en el que se construyó.
Lo que está claro es que viene de una época en la que el culto a Dios era algo casi cotidiano demostrando así el gran poder e influencia de la iglesia en la región.
Otra de las cosas que más nos gusto fue la calidad de sus vidrieras, realmente espectaculares algunas de ellas como esta que hay nada más entrar.
Después yo os recomendaría tomaros un poquito de tiempo en descubrir pequeñas cosas como este «atrío» en madera
o sentaros un un momento en las sillas y contemplar los arcos del techo…
Antes de llegar al fondo de la nave principal vemos la vidriera del rosetón
También encontramos esta otra que a mi personalmente me gusto muchísimo.
Al llegar al final encontramos una estatua de la virgen con el niño en brazos y esta decoración en la pared.
Os dejo un video que grabé de esta zona
Bueno y tomando camino hacia la salida no me pude resistir de sacar un foto del órgano de la iglesia, será manía mía pero cada vez que entrabamos en una iglesia ahí estaba yo buscando el órgano para sacarle una foto, ja ja ja.
Para acabar os diremos que ni se os ocurra dejar de visitar esta Iglesia que verdaderamente merece la pena.