Nuestra tercera parada en la ruta por el Círculo Dorado en Islandia es la impresionante cascada de Gullfoss.
Su traducción es la «Cascada Dorada» pero, aunque no es dorada, los reflejos del sol en la neblina de agua que se levanta en su caída son espectaculares.
Se encuentra en el curso del Río Hvitá, el tercero más largo de Islandia y recorre casi 40 Km. transportando agua blanquecina procedente del Glaciar Langjökull. Lo habitual es que su caudal sea de 140 m³ pero en una ocasión se llegó a medir 2.000 m³ por segundo.
¡¡Imaginad la cantidad de agua!! 🙂
Todo el lugar está preparado para ser visitado, hay aparcamiento, zona para tomar algo y dos rutas por las que contemplar la cascada.
Es una cascada formada por dos saltos diferentes, el primero de 11 metros y el segundo de 21.
En el segundo salto el agua cae en una grieta de 32 metros de profundidad, 20 metros de ancho y casi 2,5 kilómetros de largo. Al caer en esta estrecha grieta la impresión es que la tierra se traga la cascada porque no se suele ver bien como sale el agua de la grieta, muchas veces por culpa de la neblina de agua pulverizada que flota en el aire sobre la hendidura.
Vamos a tomar la ruta que nos acerca más al borde de la cascada y según vamos descendiendo no paramos de hacer fotos, realmente no hay palabras para poder describir lo que estamos viendo.
Seguimos por el camino para llegar al primer salto.
Ya estamos llegando, acompáñanos en los últimos pasos 😉
Lo dicho, ¡¡ E S P E C T A C U L A R !!