En los cráteres de Grábrók decidimos hacer un alto en el camino para estirar las piernas y visitarlos ya que desde 1962 han sido declarados Monumentos Naturales y nos pareció una parada obligada en nuestro viaje hacia el norte de Islandia.
Desde la Ring Road hay un pequeño aparcamiento donde podemos iniciar el ascenso hacia el cráter del más alto de los dos y desde el cual vemos una maravillosa vista aunque nos llovía tanto y con tanta fuerza que no pudimos sacar la cámara desde lo alto así que hemos buscado unas fotos que no estuvieran pasadas por agua para poder mostrarlo.
Los cráteres se hallan sobre la misma grieta y están en una zona completamente llana dentro de un gran valle lo que hace que todavía sean más bonitos. Sobre todo porque el cráter es de lapilli negro pero sus lavas de pumita invadidas por el musgo dan un aspecto de una extraña nieve blanca grisácea que le da un toque bastante peculiar.
En estas dos fotos tomadas desde el mismo lugar se ve mejor el «efecto nieve» del que hablabamos.
Más de cerca podemos apreciar de que se trata,
Esperamos que esta corta visita os haya gustado y recordar que el agua sólo moja, así que no dejen de subir hasta el cráter que merece la pena.
¡Qué maravilla!