El Templo Ninna-Ji es uno de los más grandes que visitaremos en Kyoto y también es uno de los que tienen una historia más interesante.
En el período Heian en esta zona se construyeron numerosas villas para los nobles de la Corte Imperial y muchas de ellas con el tiempo acabaron convirtiéndose en Templos.
El Emperador número 58, Koko, ordenó la construcción del templo para recibir al Budha Amida y dos deidades ayudantes. Esta obra finalizó tras la muerte del Emperador Koko cuando su hijo Uda gobernaba.
Se finalizó concretamente en el año 888 y el Emperador Uda a los 31 años se retiró y fue ordenado abad del Ninna-Ji. A partir de este momento, y con esta figura como abad, fue conocido como el Palacio Imperial de Omuro. Hasta el año 1869 se mantuvo la tradición en la familia imperial en la que uno de sus hijos asumiría el papel de abad del templo.
Imaginad la importancia que pudo llegar a tener ser la residencia oficial de los ex-emperadores, esto lo convirtió en uno de los Templos más importantes de todo Japón.
Después de la Guerra Onin fue reconstruido por orden del Príncipe Kakushin ( el abad 21 ) con la financiación del Shogun Tokugawa.
Actualmente, a parte de ser la sede central de la escuela Omuro del Budismo y albergar la Escuela Omuro de Arreglo Floral, en 1994 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Sólo viendo la entrada al complejo se puede hacer uno a la idea de la importancia que tiene.
Al entrar si vamos a la izquierda y después de pagar una entrada de 500 yenes podemos ver el Goten, un tipo de construcción no muy común en los templos pero que se entiende su existencia por ser la residencia de los ex-emperadores.
Hay otro edificio, el Reiko-Kan, que por otros 500 yenes podemos mirar los tesoros culturales que guarda pero el inconveniente es que sólo está abierto dos veces al año, en Abril-Mayo y Octubre-Noviembre.
Hay muchos rincones que descubrir y de los que disfrutar dentro del templo como sus jardines y charcas.
A medio recorrido encontramos la otra puerta, esta vez no tan llamativa como la primera
Al pasar por ella ya podemos ver la Pagoda que sobresale por encima de los cerezos del jardín
Ya llegados a este punto llegamos al edificio principal del templo, el Kondo.
A sus lados están estos pequeños «templetes» que son muy peculiares
Ahora que ya hemos acabado la visita nos vamos en taxi al hotel para descansar un poquito y prepararnos para disfrutar de algo especial en Kyoto…
Posts Amigos :
Charcotrip Blog muy chulo de nuestra amiga Olga con muchas fotos del Templo.
Japón debe ser fascinante. Sin duda es uno de nuestros destinos soñados. Ojalá podamos visitarlo pronto… 🙂
Justo a este no entramos…ya empezabamos a estar saturados xD quizás en la próxima 😉
Un saludo
Envidia sana 😮 ustedes lo vieron con sol!!!… me consuelo de pensar que lo vi lloviendo y que resaltaba la belleza del jardin zen XD (pero las nubes grises nunca se movieron en todo el día)