El Santuario Nonomiya, pequeño pero maravilloso, era el lugar donde las sacerdotisas y las princesas imperiales se purificaban antes de seguir hacia el Santuario de Ise.
La verdad que no esperábamos encontrarlo, ni siquiera estaba en nuestros planes, pero por el camino que nos llevaba hacia el Tenryo-Ji había un gran panel informativo y decidimos visitarlo.
Decisión acertada sin lugar a dudas.
Es un santuario que a primera vista puede resultar bastante normalito, en comparación con otros más grandes y visualmente más espectaculares, pero en este santuario hay que tener en cuenta los pequeños detalles. Pequeños toriis y dioses como enanitos de un jardín nos sorprenden en casi todos los rincones.
Uno de sus mejores atractivos es su jardín de musgo.
Una gran alfombra verde que consta de varios tipos de musgo, con grandes árboles y pequeños puentes haciendo del jardín una representación en miniatura de un gran jardín japones.
Actualmente este santuario está muy relacionado con el matrimonio y si tienen suerte a lo mejor se llevan alguna agradable sorpresa durante vuestra visita.