Una de las atracciones de la ciudad de Budapest es el Labirintus, pero lo más apasionante es la historia que tiene.
Al parecer, bajo la colina donde está el Castillo de Buda se encuentra una serie de cuevas y pasadizos donde se han encontrado herramientas de la Edad de Piedra, desde el Homo Erectus, pasando por el Neardenthal, hasta nuestra historia reciente.
Desde el siglo IX al XII la gente usaba estas cuevas como almacén de comida, vino y agua. En tiempos de guerra se pueden imaginar que era uno de los mejores refugios ante los bombardeos.
Estos pasadizos fueron olvidados durante muchos años hasta que algunas estructuras de las casas que hay sobre ellas fueron cediendo por lo que se llenaron de basura y escombros. Después de esto se inició un proyecto para recuperarlos y poder visitarlos a día de hoy para conocer este pedazo de la historia de Budapest.
Durante la II Guerra Mundial se ampliaron los pasadizos como refugio a la vez que se construían bajo la montaña más estrucutras como el Hospital in the Rock.
Mientras recorremos los pasadizos podemos ver una pequeña exposición de piezas turcas y figuras de cera con trajes de época. Al parecer estos pasadizos también se usaron como lugar donde los nobles se escapaban de la vida social de la superficie y ocultos con máscaras se dedicaban a su «segunda vida» donde no rendían cuenta de la moralidad…
Esto viene de la leyenda del Conde Negro, allá por el siglo XIII, cuando el Conde dejó que en su interior se ocultaran bandidos a cambio de grandes sumas de dinero pero en el transcurso de estos sucesos murió una niña. Se dice que el fantasma de la niña persiguió al Conde hasta su muerte y que permaneció vagando por los pasadizos durante 250 años.
Una de las atracciones en el interior del Labirintus es la que se llama el «Laberinto de las Tinieblas» donde, en completa oscuridad tienes que recorrer un camino entre habitaciones donde una cuerda en la pared es tu única referencia. A esto le añadimos las historias de fantasmas, sombras que se mueven, nieblas blancas, etc… y aquí es cuando empieza una angustia a apoderarse de ti…
De vez en cuando sacas una foto al aire y con el flash puedes ver algo pero en una de las fotos nos aparecieron los pitufos y nos dieron un susto de muerte así que encimos la linterna del móvil para que no nos diera un infarto antes de salir 😉
Al parecer este complejo de túneles también fue usado como prisión y salas de torturas. Aquí uno de lo presos más conocidos fue Vlad Tepes, el famoso Conde Drácula.
Al final lo que daba miedo eran los pitufos azules estos, sin embargo la Sala de Drácula era más emoción que miedo 😉