Cuando llegamos a visitarla tuvimos la sorpresa de que había una boda y era justo el momento de en que los novios salían así que, hicimos de espectadores improvisados y aplaudimos con los invitados a la pareja 😉 . ¡¡Sólo nos faltó tirar arroz!!
Bueno, una vez acabada la parafernalia pudimos acceder al interior de la Storkyrkan, que significa «gran iglesia», o como se la conoce, la Catedral de San Nicolás de Estocolmo.
No tiene las grandes dimensiones de las grandes catedrales europeas pero merece ser visitada, sobre todo por algo que hay en su interior…
Destacan las columnas de ladrillo rojo que sostienen el techo que destacan con los pocos ornamentos que tiene la sala principal.
Esta maqueta de un barco suspendido nos llamó mucho la atención
A la izquierda del altar se encuentra la estatua de madera de San Jorge matando al dragón, tesoro del siglo XV, en cuyo interior se encuentran los restos de San Jorge y de otros santos.
También en el interior de la catedral se encuentra la pintura más antigua que se conserva de la ciudad de Estocolmo del año 1535 que se llama Vädersolstavlan, que viene a significar «cuadro del halo solar», dejando constancia de este fenómeno atmosférico que ocurrió en la capital sueca el 20 de Abril de ese mismo año.
Como dijimos al principio, la Catedral de San Lorenzo, no tiene esa magnificencia de otras grandes catedrales europeas pero sólo por ver la famosa estatua de San Jorge y el Dragón merece la pena la visita.