El Castillo Sforzesco fue construido en el Siglo XIV y es uno de los edificios más emblemáticos de Milán.
Desde su construcción ha sido destruido en varias ocasiones y restaurado otras tantas. Hubo en su día una gran discusión sobre el futuro de los terrenos que ocupa entre los que querían construir un barrio residencial de lujo, frente a los que querían conservar su valor histórico. Gracias que se impuso la última opción a día de hoy podemos disfrutar paseando por su interior.
La entrada principal del Castillo Sforzesco se hace por la Puerta Sur, coronada por la Torre de Umberto I o Filarete.
La entrada al castillo es gratis y se puede visitar, pasear por su gran plaza interior y visitar algunos de los mejores museos de la ciudad que se encuentran en su interior.
Saliendo por el Puerta Norte nos encontramos con el gran Parque Sempione, el más importante de Milán. Desde aquí podemos ver al fondo, limitando al parque, el Arco de la Paz.
Esta es una de esas visitas que hay que hacer si nos encontramos en Milán.