El Palacio Real o Palazzo Stefano Balbi, declarado Patrimonio de la Humanidad en el 2006 es uno de los edificios históricos más importantes de Génova y que merece una visita. También pertenece a los conocidos Palacios de los Rolli de la Strade Nuove, siendo el Palazzo Real el más importante de la via Balbi.
El Palacio ha pasado por varias manos desde su construcción en 1620 por la Familia Balbi primero, después fue vendido a otra importante familia de Génova, los Durazzo, en 1677, y al final, sobre el año 1823, los herederos se lo vendieron al rey de la casa de Saboya y de ahí su nombre de Palazzo Reale.
Cada uno de los propietarios fue ampliando el edificio hasta que en 1919 paso a ser propiedad del Estado, quien actualmente se encarga de su conservación.
Lo primero que encontramos al entrar es este gran pie, resto de alguna estatua enorme de los romanos, y un carruaje restaurado.
En su interior podemos ver las lujosas habitaciones, no hay que ser experto para darse cuenta del poder económico de las familias que vivieron en este palacio.
En cada habitación encontramos un sinfín de objetos que nos llaman la atención: los techos, los muebles, las lámparas… todo es una maravilla.
Desde el piso superior podemos acceder a las terrazas desde donde tenemos una bonita vista aérea de los jardines y del edificio.
También hay una gran pinacoteca en la que no dejan sacar fotos con obras famosas de pintores como Tintoretto y Luca Giordano entre otros, así como esculturas de Filippo Parodi.
Ya saben, apúntelo si viajan a Génova.